A su vez, aprovechan para hacer alguna compra. La situación -que probablemente tienda a aumentar cada día más-, se está naturalizando y tomó por sorpresa a la gente de Iguazú que ahora reclama que habiliten surtidores diferenciados en las estaciones de servicio, para no tener que hacer largas filas para poder cargar combustible.
Este viernes, antes de las 6 de la mañana, muchos autos con patente brasileña y paraguaya aguardaban su turno para cargar combustible en las dos estaciones de servicio que están ubicadas en el centro de la ciudad. En la Shell, un empleado que no daba abasto con el despacho y el control de lo que se iba vendiendo en los surtidores «despachó» a este medio, pidiendo disculpas por no poder responder la requisitoria: «lo único que les puedo decir es que ayer faltó combustible», se disculpó.
El escenario no es nuevo, ya que desde hace varios años la diferencia cambiaria tiene al Real brasileño por encima del peso, lo que obligó al Concejo Deliberante local a sancionar una Ordenanza para obligar a los expendedores de combustible autorizados que distribuyan a los clientes entre locales y extranjeros.
Pero, como la llegada de los vecinos fue, prácticamente, de un día para el otro, todavía no se ha vuelto a implementar dicho sistema.
Adrianson, un brasileño que a las 6 de la mañana hacía la fila en la Shell de la Av. Córdoba, contó que salió muy temprano de su casa en Foz de Iguazú para poder cruzar la frontera. Al llegar al lado argentino, le hicieron el test PCR y, luego de los trámites de migraciones, entró sin inconvenientes.
«Venimos a cargar combustible porque es mucho más barato que en Brasil y Paraguay, y como vivimos en la triple frontera, ahora que abrió Puerto Iguazú, particularmente prefiero venir acá porque no solo es el combustible, es la comida, los bares, aceite… en fin», dijo.
Adrianson dijo que esperó muy poco tiempo la frontera, pero porque vino muy temprano a la mañana. Hice mi entrada y todo fue muy tranquilo, pero si hubiera venido después de las 7 u 8 de la mañana hay que esperar mucho porque la fila queda muy larga», explicó.