En medio de la desolación por la pérdida de su primer hijo, Jacqueline debió soportar las risas, aplausos y gritos del personal de enfermería, servicios, guardias y otros empleados del sanatorio que en ese momento realizaba su festejo por el Día de la Amistad, en una de las oficinas de guardia en el área neonatal y de acceso restringido.
“A las 17:00 del viernes entró a cirugía y debió pasar en medio del festejo, con el trauma ya de haber perdido su bebé y en pleno día de su cumpleaños. Era una zona restringida, al lado de pacientes recién operados y que necesitaban descansar”, indicó una de las sobrinas de la mujer.
El ato no solo molestó a la mujer y sus familiares, sino que también a los demás pacientes que estaban internados en el lugar y escuchaban los gritos y aplausos por el lapso de al menos una hora.
“Mi tía estaba en plena intervención y escuchaba todo, mientras le quitaban su hijo sin vida escuchaba todo. Hasta los doctores que estaban en cirugía dijeron que no estaban de acuerdo. Ella escuchaba la risa de los enfermeros cuando le quitaban a su bebé muerto”, lamentó.
Culminada de manera exitosa la cirugía, Jacqueline volvió a su habitación y volvió a pasar por la sala del festejo, hecho que “fue muy traumático” para la joven.
“Fuimos al área neonatal y reclamamos el festejo con semejante ruido. Nos trataron mal, que hablemos con quien organizó el festejo, no sé quién estaba, pero las tres personas que nos hablaron tenían regalos, tortas y nos decían que no les importaba lo que decíamos y que publiquemos en las redes si queríamos”, finalizó la denunciante.